¿Qué es la ley del Super ocho y como me afecta a mi ?

La ley del Súper ocho es un reglamento que incluye restricciones en alimentos con excesos de nutrientes.
Ha sido polémica porque –en caso de aprobarse- desaparecerá la cajita feliz; y la coca cola, cereales y cecinas estarán obligados a portar una etiqueta que indique que son poco saludables y no se podrán vender en colegios.


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Propósito de esta ley
Educar, potenciar la venta de alimentos saludables en los colegios, disminuir el número de enfermedades relacionadas a una mala alimentación e incentivar buenos hábitos, familiarizarnos con una buena alimentación desde pequeños. En definitiva, aumentar nuestra calidad de vida y potenciar el autocuidado.

Consecuencias
Disminuirá la venta (y utilidades, por supuesto) de aquellas marcas con productos poco saludables que hasta el día de hoy se vendían sin moderación. Al mismo tiempo aumentará la venta de productores que si ofrecen alimentos saludables.

¿Qué significa esto ?
La mayoría de bebidas gaseosas, cereales, helados, papas fritas, néctares de fruta y otros de alta demanda de niños, formaran parte de los productos poco saludables y no recomendados.Este tipo de alimentos gatillan enfermedades como: diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades del corazón, accidentes vasculares y otros. Gran parte del presupuesto del sistema público se va en tratar estas enfermedades, aún así, cobra la vida de millones de personas.

Marisol Figueroa (gerente técnica del grupo AB -asociación de empresas de alimentos) protesta lo siguiente:
    1.     Serían las normas mas drásticas a nivel mundial
    2.     Se debe educar a las personas para que « voluntariamente » opten por otra cosa
    3.     No se debe « demonizar » a los alimentos.

Para responder a los puntos mencionados por ella, es necesario conocer los datos de la última encuesta nacional de salud (2009) que indicó:


Dado lo anterior,
  1.   No considero que la norma sea drástica, ya que no se está limitando a su producción, « ud, como empresa productora de estos alimentos dañinos puede seguir vendiendo, lo único que le pedimos es que incluya una advertencia en sus productos, que notifique al consumidor que lo que compra no es beneficioso » . Me parece lo mínimo que una empresa seria debe realizar. Seguramente podrán argumentar que para eso existe « la información nutricional », sin embargo es sabido que son pocas las personas que se fijan en esta tabla, y aún menor la cantidad que la entiende. Por lo tanto, facilitarle al consumidor la información de lo que ingiere, me parece un deber de toda empresa responsable, y que debieron hacerlo de mucho antes, no solo impuesto por una ley.
  2.   Efectivamente se debe educar a las personas, y es un trabajo de todos, especialmente de la industria de alimentos, ya que el espíritu de toda empresa debiese ser la de comercializar un buen producto en armonía con una buena calidad de vida y no tomar ventaja de la ignorancia de las personas que no saben leer una tabla nutricional o que no saben « cuánto es bueno » o « cuánto es malo ». La ley de etiquetado está justamente haciendo eso, educando, por lo que (alineado con su propuesta) voluntariamente el consumidor podrá continuar eligiéndolos, o bien preferir algo sano.
  3.   No se debe demonizar a los alimentos, pero mucho menos santificar aquellos que contienen un exceso de nutrientes y que van a parar en manos de consumidores que no están familiarizados con la terminología nutricional y que los lleva a tomar decisiones basadas en información incompleta.
Si la industria de alimentos apela a la « voluntad » de elegir del consumidor,

¿Cuál es el miedo?

Si su producto es bueno y sano, al educar e informar al consumidor, él tomará lo que considere mas beneficioso para él. Si su producto no lo es, no es un problema de la ley, es un problema de la visión que han tenido durante todos estos años como empresa, y que hoy tienen la oportunidad de cambiar. 

Finalmente, el argumento que indica "atenta contra la libertad de elección", no se preocupe, ya que si ud es una madre/padre que desea seguir escogiendo esos alimentos poco saludables, aún tendrá la opción de comprarlos en supermercados y enviárselos de colación a su hijo, quien ya no podrá adquirirlos en el kiosko de su escuela.


Detalles de la propuesta en nueva ley